Los falsos autónomos, son personas que trabajan y tienen una relación de dependencia con una empresa por las que está contratada, pero sin existir contrato laboral, es decir, consiste en realizar funciones de personal asalariado, pero con una relación contractual de autónomo.
Las desventajas que implican ser falso autónomo son:
Esta es en una situación de fraude de ley, que se ha extendido en el mercado laboral durante la crisis y que muchas empresas han ofertado ofertan como empleo con un contrato mercantil.
Las justificaciones que dan estas empresas para aplicar este tipo de contratación, son por las siguientes ventajas:
Para solventar esta situación, el falso autónomo, puede denunciar esta situación ante la Inspección de Trabajo, mediante el juzgado de lo social y ante la seguridad social, para que le restituyan todos sus derechos como trabajador, siempre y cuando consiga demostrarlo, con las consiguientes sanciones para la empresa.
Por desgracia, muchos falsos autónomos no se atreven a denunciar, por el temor a quedarse en paro y por tener que litigar contra la empresa, por el coste y el tiempo que conlleva.