Nuestra zona de confort nos da abrigo y nos hace sentir seguros. Abarca todo aquello que conocemos, esos ambientes de los que nos sentimos parte y en donde estamos totalmente a gusto.
Pero eso mismo que nos protege también puede causarnos daño. Acomodarse significa estancarse, no buscar nuevos estímulos, nuevos retos. Por eso es importante ser valiente, olvidarse del miedo a lo desconocido y salir de esa zona de confort para buscar nuevas emociones, nuevos aprendizajes.

¿Porqué salir de mi zona de confort?
Seguramente piensas que si estás tan a gusto en tu zona de confort, no tiene mucho sentido salir de ella. Sin embargo, cuando hacemos esto nos permitimos eliminar nuestras barreras, conocer nuevas personas y vivir nuevas experiencias.
También tomaremos conciencia de nuestros retos, miedos y, en general, nuestro lado oscuro. Sabrás que estás pisando este terreno cuando las ideas de cambio te hagan sentir estrés, sientas envidia de quienes ya están en ese punto al que deseas llegar, estés ansioso sobre si lo lograrás o no, trates de poner excusas para no hacer lo necesario y la autocrítica aumente, sobre todo ante pequeños fracasos.
¿Cómo salir de la zona de confort?
Es lógico tener miedo, pero el primer paso siempre es el más difícil. Cuando veas lo que hay más allá de tu zona de confort seguirás caminando.
Reconoce tus límites: tanto los internos como los externos, darles su importancia y pensar en cómo vencerlos. Acepta que no eres tan perfecto como quisieras, pero reconoce que puedes llegar a donde desees.
Busca compañía: Salir de nuestra zona de confort por cuenta propia puede ser complicado, pero si hay alguien que comparta ese interés todo puede fluir más fácilmente. Puede tratarse de un amigo que busque lo mismo o un terapeuta que te dé su punto de vista y te ayude a identificar los cambios que requieres.
Aprende a aceptar: Cuando decidimos salir de nuestra zona de confort nos encontraremos con aspectos que no podemos manejar o controlar. En este caso, es importante que aprendamos a aceptar las situaciones que se nos presentan.
Imagina lo que quieres y trabaja en ello: Cada pequeña acción que llevas a cabo te ayudará a ampliar tu perspectiva.
Mi consejo es que encuentres un motivo de superación para salir de la zona de confort, imaginándote tus sueños y cumpliéndolos. Para eso, lucha por ellos y fijándote unas metas, la felicidad está a la vuelta de la esquina, a que esperas.