Cuando te planteas emprender, sin tener una idea de lo que quieres hacer, una de las opciones más elegidas, por mi experiencia, es montar un bar, para poder subsistir. Esta elección es lógica para un emprendedor porque:
- España es el país de la Unión Europea con más establecimientos de hostelería, y si salimos a la calle, nos parecen que todos funcionan.
- Nuestra cultura mediterránea, de encontrarnos con los amigos, para tomar una cerveza, un café, una tapa, comer o cenar en os bares.
La cruda realidad, para muchos emprendedores desempleados, que emprenden por necesidad, es que la restauración es un negocio, y como tal, la pérdida o no captación de clientes está relacionada con factores internos y externos de la empresa. Tomemos como ejemplo, al bar Casa Miguel, para explicar porque no funciona:
- No ha realizado un estudio de mercado.
Si montas un bar en el soho de Málaga, tienes que analizar el mercado, a los clientes y a los competidores del barrio. El Soho Málaga, se caracteriza porque todos los negocios están enfocados a dar servicios a las oficinas, abriendo de lunes a viernes, y sábados por la mañana. Tu plan de marketing para atraer nuevos clientes es inexistente.
- Segmentar los clientes.
No puedes pretender captar todo tipo de clientes. Si quieres tener los clientes de las oficinas, no puedes abrir a partir de las 10.00 de la mañana, porque para captarlos, tienes que abrir antes de las 8.00. Si pretendes tener a los residentes del barrio, tienes que abrir los domingos, que es cuando hay apenas competencia. Si tienes un bar pequeño, en el soho, no puedes intentar tener a los clientes que van a comer y cenar en los restaurantes del barrio. Los clientes no vienen solo y hay que trabajar tanto en la atracción del cliente como para mantenerlos para que vuelvan otras veces.
- Tener un local limpio y cuidado.
Uno de los motivos por lo que los clientes dejan de ir a un bar o no entran, es porque no esté limpio y cuidado. Cuando pasas mucho tiempo en un lugar de trabajo, no detectas el desorden y deficiencias en el aspecto del bar, peor es lo primero en lo que se fijan los clientes. Un bar, donde tienes a un bebe casi todo el tiempo, con biberones por medio, tus otras 3 hijas, el carro, sin estar reluciente y un poco desordenado, hace que no sea apetecible entrar, ni para probar sus tapas.
- El horario.
Uno de los mayores inconvenientes que tiene trabajar en la restauración, es que es una actividad muy esclava, que te obliga a trabajar muchas horas, en festivos, fiestas, etc. Lo mínimo que se pide a un bar, es que siempre abra y cierre a la misma hora. No puedes tener un bar y cerrarlo a media mañana por motivos personales, etc.
- Diferenciación de la competencia.
En un barrio donde hay muchos bares, tienes que diferenciarte de la competencia, para captar los clientes y no fracasar. Si tu bar es uno más del montón; los clientes no se sienten bien, se aburren, no encuentran variedad ni la posibilidad de pasar un rato ameno. Sino te diferencias en calidad, decoración, especialidad de la comida, ni tampoco en precios, el bar no funcionará.
- La comida y la bebida.
El objetivo principal que un cliente va a un bar, es por degustar productos, tanto comidas como bebidas de calidad. Un cliente paga por un servicio y espera recibir aquello por lo que ha pagado. Para consumir, los alimentos tienen que estar bien presentados.
En la restauración, sino eres profesional, estás abocado al fracaso, después de haber hecho una gran inversión y gastado todos tus ahorros.