Cuando se utilizan las distintas herramientas, metodologías y recursos de emprendimiento, como el plan de empresa; el Canvas; el Lean Startup y Customer Development; los distintos modelos económicos financieros; los cuadros de mandos integrales; el wordpress; mailchimp; hootsuite; mapas mentales; creatividad…; no suelen ponderar correctamente ni cuantitativamente la propuesta de valor del equipo emprendedor.
El ejemplo que ponemos, real, es de dos emprendedores que quieren montar una empresa de restauración en Málaga. Ambos emprendedores realizan su plan de empresa y se dan cuenta que tienen que hacer una gran inversión para la puesta en marcha del negocio. Los dos habían estado trabajando juntos durante varios años en Alemania, en el mismo tipo de restaurante que querían montar en Málaga, y donde aprendieron el know-how del negocio.
Son amigos, y desembolsan todo su dinero, para adecuar el local, relativamente pequeño, pero con posibilidades de ampliación.
Uno de los emprendedores es de Málaga y el otro es de otra provincia de España. Cuando regresan de Alemania, se vienen a vivir juntos de alquiler en Málaga.
El primer problema que tienen que solventar, es que la persona que les realiza el contrato de arrendamiento, no es el dueño del local, sino el último inquilino, que además no paga a los verdaderos dueños del local.
Los promotores abren su local y en pocos meses, colocan a su restaurante entre los primeros de su sector en Trip-Advisor. El negocio les va bien, pero necesitan meter más personal para dar abasto al trabajo, ya que están empezando y abren todos los días y muchas horas. Lo primero que hacen es tirar de personas de confianza, la novia y el hermano del promotor en Málaga.
¿Qué es lo que no detecta las herramientas de emprendimiento?
- Al pasar los emprendedores 24 horas juntos, los roces de trabajo y de casa se mezclan en cualquier momento, y se convierten en pequeñas gotas, que llenan un vaso.
- El estrés acumulado durante 6 meses de no saber si les van a desalojar o no del local, por los dueños, les tiene muchas noches sin dormir, porque han desembolsado todos sus ahorros en un local, que al final puede que no sea suyo.
- El introducir personas allegadas a uno de los emprendedores, desequilibra las fuerzas de negociación en la empresa entre ambos amigos, y más siendo un hermano y pareja del mismo socio.
- El ser uno de Málaga y otro de fuera, y que no se adapte, hace que uno esté más feliz en su tierra que el otro, y desnivel de los estados emocionales de los socios.
Al final, los factores emocionales, que ninguna metodología de emprendimiento contempla, han hecho que un negocio que en menos de un año se ha hecho rentable, tenga que cerrar, porque los socios no quieren trabajar uno con el otro, y no quieren vender su parte, para que el otro no siga con el negocio.