Wikipedia define la resiliencia como la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal.
Se está aplicando el concepto de resiliencia al emprendimiento, porque cualquier persona emprendedora es consciente que emprender conlleva el riesgo al fracaso porque no todas las decisiones que se tomen serán acertadas.
La resiliencia se aprende, ya que es una conducta resultado de competencias, actitudes y experiencias de la persona. Para conseguirla, el emprendedor debe analizar sus factores internos y externos.
Los factores internos, son las fortalezas y debilidades que tiene el emprendedor para afrontar una situación difícil, como autoestima, motivación interior, confianza en sí mismo, actitud y pensamiento positivo, creatividad, orientación a resultados, capacidad de comunicación…
Los factores externos, son las oportunidades y amenazas que hay en el entorno que informan sobre el apoyo de personas, recursos y oportunidades con las que cuenta el emprendedor.
Con la matriz DAFO-CAME de la resiliencia, se hace un balance de los recursos personales y de las posibilidades del entorno para identificar soluciones que fortalezcan las debilidades y contrarresten las amenazas. Desde las propias fortalezas y desde las oportunidades, se podrá establecer estrategias, tomar decisiones y esbozar un plan de actuación.
La resiliencia organizativa es la capacidad colectiva que permite transformar en las organizaciones las adversidades en oportunidades, aprendiendo de los procesos de cambio continuo.
La resiliencia no garantiza llegar a ser los mejores, pero si la supervivencia en tiempos difíciles y la confianza en remontar la situación, estableciendo estrategias y acciones que transformen las situaciones adversas en positivas.
Características y competencias de la resiliencia en el emprendedor:
- Descubrir sus fortalezas, la automotivación y autoestima.
- Tener un pensamiento positivo, de resolución de problemas.
- Sentido del humor, y reírse de uno mismo.
- La creatividad, para la búsqueda de soluciones e imaginar nuevos proyectos.
- Gestión de las emociones, para canalizar la motivación interior.
- Aprendizaje continuo, a través de la experimentación.
- Comunicación, asertividad y empatía, para interactuar con el entorno.
- Orientación a objetivos y logros a corto, medio y largo plazo.
- Capacidad para tomar decisiones y resolver problemas, que son oportunidades.
- Tolerar el estrés, manejar la incertidumbre y la disposición al cambio.
El emprendimiento es movimiento y la resiliencia una estrategia de crecimiento para el emprendedor. La motivación interior de un emprendedor es lo que le hace aceptar retos, aprovechar todas sus capacidades, disfrutando y divirtiéndose con su empresa, con su idea y con su trabajo.